El Ayuntamiento de Bilbao presentará el próximo miércoles en Junta de Gobierno una ordenanza de Uso del Espacio Público que regulará la prostitución en la villa. Así lo anunció ayer el concejal de Seguridad Ciudadana, Eduardo Maíz durante el debate de una proposición del PP que solicitaba al ejecutivo local que presentara a los grupos políticos municipales el proyecto de ordenanza local sobre el ejercicio de la prostitución tras más de dos años de bloqueo.
Después de que el consistorio anunciara en febrero de 2008 su intención de elaborar una norma que prohibiera ejercer esta actividad en la calle, Maíz explicó que los responsables municipales han preferido incluir los "intercambios de carácter sexual" en una ordenanza general para que el colectivo aludido no se sienta "discriminado". Su aprobación inicial tendrá lugar en mayo para que pueda entrar en vigor en septiembre.
En concreto, la nueva normativa establecerá la imposibilidad de realizar estas prácticas sexuales pagadas en la vía pública para evitar que genere molestias. Ante el prolongado silencio municipal, vecinos de Miribilla y Bilbao La Vieja llegaron a lanzar hace un mes una propuesta al Ayuntamiento para atajar la prostitución. Su borrador establecía que esta actividad provoca insalubridad, inseguridad ciudadana e intranquilidad. Además, apuntaron que dichos servicios ocupan un espacio público y limitan su utilización por parte del resto de los ciudadanos.
El incumplimiento de la ordenanza conllevará multas de 300 a 3.000 euros, según se considere infracción leve, grave o muy grave "para todo el que intervenga" en el servicio, detalló Maíz, quien reafirmó la necesidad de regular esta actividad para sacarla de la "marginalidad".
Hostelería
La misma norma establecerá, además, las licencias y convenios relativos a espacios públicos, el botellón, las música callejera, el tránsito por espacios peatonales, actividades culturales, lúdicas o deportivas, terrazas y venta ambulante.
Maíz aseguró que el de la prostitución es un "problema que no preocupa a los ciudadanos en su gran mayoría, aunque en determinadas zonas ha habido problemas". Según el edil, el número de prostitutas en las calles de Bilbao "no llega a las dos docenas".
Por otro lado, el pleno aprobó la nueva ordenanza de hostelería que reduce a 30 metros la distancia entre bares y permite ampliar su tamaño.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 26 de marzo de 2010