La policía detuvo el pasado miércoles en Sevilla a dos personas por haber intentado estafar a la familia de la joven desaparecida Marta del Castillo. Los hombres pretendían presuntamente obtener dinero del padre de Marta, Antonio del Castillo, a cambio de facilitarle una carta en la que supuestamente Samuel Benítez, antiguo amigo de la joven desaparecida e imputado en la causa, relataba los hechos en la noche del crimen, el 24 de enero de 2009. Más de un año después, el cadáver de Marta sigue sin aparecer y la desesperación de la familia es cada vez mayor.
Uno de los detenidos simuló tener amistad con la familia de Samuel y conoció a Del Castillo el pasado diciembre hasta conseguir cierta amistad. Acompañado de su amigo, que se hizo pasar por policía, ofrecieron la misiva, aunque nunca concretaron una cifra a cambio del falso relato. El primero de ellos, de 45 años, natural de Cádiz y con antecedentes por estafa, pasó a disposición judicial tras su detención y quedó en libertad con cargos por un delito de estafa en grado de tentativa. El segundo, de 35 años y sevillano, quedó en libertad tras su detención acusado de un delito de usurpación de funciones públicas.
La persona con antecedentes es dueño de un bar cercano al domicilio familiar de Marta. "Ambos alegaron que estaban pasando una mala racha... Los delincuentes no tienen sentimientos", afirmaban fuentes policiales para explicar este sórdido y cruel caso.
"Nunca me lo imaginé"
El padre de Marta tildó ayer los hechos de "muy desagradables", ya que había entablado una relación de "amistad y confianza" con uno de los detenidos. "Nunca me imaginé que pudiera hacernos esto", declaró a Europa Press. "Esta persona empezó a hablar de que tenía relación" con la familia de Samuel, y por ello "podía conseguir un testimonio y la verdad" sobre la noche del crimen. A principios de diciembre el imputado manifestó que "podía conseguir un testimonio y la verdad" sobre lo sucedido ese día, aunque una vez transcurrido el tiempo comenzó a ver "algo raro". El objetivo de estas personas fue "sacar dinero, aunque nunca realizaron una petición formal y concreta". "Es muy desagradable", reiteró Del Castillo, muy afectado por el "reprobable suceso".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 27 de marzo de 2010