Los mensajes desde los tres principales partidos se cruzaron ayer en la recta final de las conversaciones para lograr un acuerdo que permita abrir las negociaciones formales para la fusión de las dos cajas de ahorros gallegas. Y desde los tres frentes, un mismo destinatario, Caixanova, que estudia "sin prisas" un acuerdo que Caixa Galicia cree "inminente". La Xunta, a través de su presidente, subió el tono de las advertencias a Caixanova. Alberto Núñez Feijóo reiteró ayer en A Coruña que "vivimos un proceso que no tiene vuelta atrás".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 28 de marzo de 2010