En 1940, Bertolt Brecht descubre La triste historia de Okichi, del dramaturgo japonés Yamamoto Yuzo, que acaba de ser publicada en inglés. El dramaturgo queda fascinado por las características de la pieza y emprende una "reelaboración" que tiene mucho de apropiación. Comprime el texto de Yuzo, remonta pasajes, añade alguna que otra escena y, sobre todo, escribe una docena de interludios en los que nuevos personajes comentan la triste peripecia de la protagonista. Así nace La Judith de Shimoda, pieza inédita en castellano que esta semana publica Alianza -uno de cuyos fragmentos se puede leer en ELPAÍS.com-, y que narra el "sacrificio patriótico" de Okichi, una geisha, al servicio del primer cónsul estadounidense en Japón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2010