El deporte rural vasco, pleno de fuerza y grandes desafíos en su historia, se sobrecogió el domingo, en la plaza de toros de la localidad guipuzcoana de Tolosa, por el fallecimiento del veterano deportista Josemari Mendizabal, de 63 años. Es conocido que las modalidades del deporte rural como el levantamiento de piedras o el corte de troncos, siempre han estado relacionadas con la conquista de grandes marcas, hitos y nuevos desafíos que han magnificado la dureza y la magnitud de las múltiples pruebas, en la mayoría de las ocasiones con dinero de por medio.
La apuesta es considerada como día de fiesta en este deporte tan peculiar. La vivida el domingo en Tolosa acabó en tragedia. Nadie imaginaba el fatal desenlace y la crueldad del destino para uno de sus veteranos competidores. Josemari Mendizabal, nacido en Ataun (Guipúzcoa) y residente en Urdiain (Navarra), no pudo completar su último reto ante el aizkolari donostiarra Josemari Olasagasti, de 51 años. El exigente trabajo, el corte de cuatro troncos de dos metros y medio de diámetro cada uno en vertical, quedó incompleto tras hora y media. Mendizabal tuvo que abandonar la apuesta, totalmente exhausto, tras el corte del tercer tronco. Una hora después, cuando regresaba a su casa acompañado por su yerno, sufrió un infarto de miocardio que acabó con su vida.
Mendizabal volvía a la competición tras 21 años alejado de las pruebas oficiales. Después de haberse jubilado de su profesión de transportista en mayo 2009, recuperó su ilusión y su afición por el hacha. Volvió a realizar exhibiciones cortando troncos en posición vertical y gran tamaño. Se sentía deportista como cuando comenzó a practicar el deporte rural siguiendo los pasos de su hermano mayor Martín, en el levantamiento de piedras. Con 20 años, empezó levantando piedras de 100 kilos, luego probó con la cúbica de 200, hasta una inoportuna lesión, con una fractura en su pierna en una exhibición en Lekeitio.
En 1977 cambió las piedras por el hacha destacando en grandes pruebas en troncos de gran circunferencia y en duelos de gran resistencia. De hecho será recordado por ser el ganador del desafío más largo de la historia, al derrotar al navarro Mindegia en un trabajo de más de cuatro horas de duración en el corte de 58 troncos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2010