La Audiencia Provincial de Guipúzcoa ha condenado a once años de cárcel por un delito de homicidio al joven que propinó una paliza a un guardia civil fuera de servicio en una discoteca de Irún el 1 de enero de 2009. El acusado fue juzgado por un tribunal popular, que le declaró culpable de la muerte del agente.
La Audiencia ha emitido una sentencia en las que recoge los hechos probados por el jurado: En la madrugada del 1 de enero de 2009, el imputado se acercó a la víctima, de 45 años y, tras intercambiar unas palabras, le propinó una brutal paliza, con puñetazos y patadas por todo el cuerpo y pisotones en la cabeza que le dejaron en un estado de inconsciencia.
El hecho de que perdiera el conocimiento y su posición, tumbado y boca arriba, hizo que la lengua obstruyera las vías respiratorias y que falleciera por asfixia.
El jurado ha concluido que el imputado "no inició la agresión buscando deliberadamente el resultado de muerte", pero era "consciente" de que con su agresión "podía causar" su fallecimiento.
Sobre la base de estas conclusiones, la Audiencia condena al imputado por un delito de homicidio "con dolo eventual" a una pena once años de cárcel, frente a los 14 que solicitaban la Fiscalía y el abogado de la familia de la víctima.
El acusado deberá indemnizar a la esposa e hijo de la víctima con 130.000.000 y 20.000 euros respectivamente.
La Audiencia guipuzcoana exime , a su vez, a la discoteca de la responsabilidad civil subsidiaria porque no se ha probado que el condenado hubiera mostrado comportamientos violentos antes de entrar en el local.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de marzo de 2010