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Emociones camino de Marte

Un grupo valenciano crea un sistema de realidad virtual para sobrellevar mejor los 520 días de viaje al planeta rojo

Seis científicos pasarán 520 días encerrados en la recreación de una nave espacial construida en el Instituto Ruso de Problemas Biomédicos, en Moscú. La nave no se moverá del sitio, pero los astronautas tendrán que adaptarse a las condiciones de aislamiento, monotonía, falta de espacio (tocarán a 33 metros cuadrados por persona) y convivencia de un viaje interplanetario. No se les someterá a la falta de gravedad, ni al misterioso efecto de los rayos cósmicos, pero por lo demás se reproducirán las circunstancias extremas de un trayecto de ida y vuelta a Marte, incluidos los tres meses que pasarían inspeccionando el planeta rojo. Los astronautas, casi todos rusos, realizarán a lo largo del proyecto (que se llama Mars500 y arrancará en mayo) 71 experimentos. Uno de ellos, el uso de sistemas de realidad virtual para inducir "estados de ánimo positivos y la regulación de emociones", ha sido desarrollado por un grupo interuniversitario valenciano, el i3BH.

La aplicación ha sido diseñada para generar fortalezas y reservas psicológicas

Los tripulantes se enfrentarán probablemente a estados de claustrofobia, estrés, ansiedad y depresión, explicaron ayer Mariano Alcañiz, Rosa Baños y Cristina Botella, codirectores de la iniciativa en la que participan la Politécnica de Valencia, la Universitat de València y la Jaume I de Castellón. Al contrario que en un viaje a la luna, camino de Marte se perdería el contacto visual con la Tierra y eso, según los profesores, abatiría aún más a los astronautas.

En versión miniatura, los científicos contarán con una enfermería, un gimnasio, una sala de estar, un baño (sin ducha pero con sauna), una sala de estar, un invernadero, un simulador de aterrizaje, un módulo que recreará la superficie marciana y seis cubículos donde gozar de cierta intimidad.

El sistema creado por i3BH les permitirá ampliar horizontes mientras estén enclaustrados: dar paseos virtuales por parques y paisajes naturales (con acompañamiento de música, narrativas y "frases autorreferentes") diseñados para transmitir, según la ocasión, tranquilidad o alegría. Y ofrece también un módulo virtual (al que han llamado El libro de la vida) con el objetivo de que los falsos tripulantes se entreguen a "rememorar los logros de sus vidas" a través de textos, imágenes y audiovisuales, lo cual, según experimentos previos, ha demostrado su eficacia para crear "fortalezas y reservas psicológicas", contó la profesora Botella.

El origen de la realidad virtual, explicó Alcañiz, está relacionado con las simulaciones que la industria aeroespacial hacía de sus misiones. Y si la prueba sale bien, el sistema de i3BH podría extenderse a personas que sufren encierros prolongados en este mismo planeta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 2010