Arturo Virosque, presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, lamentó ayer la vigencia de una legislación laboral de corte franquista y apostó por una nueva ley antes que el impulso de una mera reforma. "Lo que más lamento del franquismo es la legislación laboral", comentó, "y parecen mentira las resistencias de algunos para no modificarla".
Virosque ofreció una breve disertación en un almuerzo organizado por Gonzalo Boronat, consultores tributarios y financieros, donde fue invitado a comentar qué hay que hacer para salir de la crisis. Virosque alteró su intervención para comentar brevemente "qué podemos hacer para aguantar la crisis".
El veterano presidente de la Cámara apuntó que "la economía valenciana está un poco peor que la española" porque las industrias manufactureras tradicionales ya fueron vapuleadas hace unos años por la liberalización comercial global y la llegada masiva de "contenedores desde la China".
Subrayó que la crisis financiera internacional era previsible y reiteró su convicción de que radica en problemas éticos de fondo. "La crisis es moral", dijo, "Rodrigo Rato, primero, y Joaquín Almunia, después, ya nos anticiparon que los beneficios de los productos financieros eran insostenibles, no podían mantenerse mucho tiempo".
Llegados al momento presente, Virosque sugirió que es inútil poner parches. "Yo, que soy transportista, sé que los parches no sirven para nada. Si un neumático pierde aire, puedes pararlo por un tiempo con parches, pero al final se revienta".
Y, sin entrar en detalles, fue especialmente incisivo en materia de legislación laboral. "Hace falta que el Gobierno, la patronal y los sindicatos se sienten para acordar una nueva ley laboral. La que tenemos ya no sirve y no vale ponerle parches".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 31 de marzo de 2010