El Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) de Jerez avisó ayer a los conductores: "Nos vamos a hartar de multar". Los 203 agentes que integran el sindicato mayoritario del cuerpo advirtieron que "recrudecerán" la huelga de celo que iniciaron el pasado viernes después de que ayer se rompieran las negociaciones iniciadas con el Ayuntamiento de Jerez para poner fin a un conflicto laboral que se inició hace meses.
A última hora del martes, las partes llegaron a un preacuerdo que finalmente se hizo añicos en la mañana de ayer. Desde el sindicato culparon a la alcaldesa, Pilar Sánchez, por no validar el acercamiento alcanzado horas antes con la delegada municipal de Seguridad y Tráfico.
"Estamos indignados y cabreados", manifestó el delegado sindical José María Tundidor, quien pidió "comprensión" a los conductores "porque se van a sancionar todas las infracciones que se observen". A la espera de lo que ocurra en las próximas jornadas, el número de multas interpuestas ya ha aumentado un 60% con respecto a la Semana Santa del año pasado. Es el resultado de la huelga a la japonesa iniciada por estos funcionarios municipales que reclaman mejoras de sus condiciones laborales.
Desde el sábado, los agentes sancionan a hileras de vehículos en las principales calles de Jerez. Los conductores, confiados por la flexibilidad que suele haber en eventos especiales, se topan con multas de 65 a 150 euros. El gobierno local insiste en que no puede aceptar el "chantaje" de este colectivo de trabajadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de abril de 2010