Malas decisiones e indefiniciones a última hora echaron a perder en el último suspiro el sueño vitoriano de conseguir el billete a París. El Caja Laboral afrontaba el reto de igualar la eliminatoria tras encajar un 2-0 y a punto estuvo de conseguirlo, pero su tesón y su entrega no fueron suficientes para forzar un quinto partido contra el CSKA en un encuentro extraño que se ponía de uno u otro lado sin motivo aparente. El duelo fue una guerra que ganó el conjunto ruso pese a la sólida actuación del rival.
El último cuarto fue de Holden. Tres triples y el gran acompañamiento de sus compañeros demostraron que el CSKA no se había ido del partido. El Caja Laboral también enseñó los dientes de la mano de Olesson y San Emeterio, consolidado ya como figura indiscutible. Holden dio el empate a su equipo (64-64), que rompió Sigletary hasta que Langdon volvió a escena: una nueva igualada (66-66), enmarcada en un encuentro frenético y emocionante.
CAJA LABORAL 70 - CSKA DE MOSCÚ 74
Caja Laboral: Ribas (2), English (3), San Emeterio (23), Teletovic (6) y Splitter (10) -quinteto inicial-; Barac (4), Huertas (2), Herrmann (4), Oleson (14) y Singletary (2).
CSKA Moscú: Holden (19), Langdon (16), Siskauskas (10), Kaun (18) y Khryapa (7) -quinteto inicial-; Planinic, Vorontsevich, Mensah-Bonsu (2), Ponkrashov (2), Sokolov y Kurbanov.
Arbitros: Bachar (Israel), Drabikovskyi (Ucrania), Chiari (Italia. Sin eliminados.
9.300 espectadores en el pabellón Buesa Arena.
Con el público al borde de un ataque por lo ajustado y tenso del final, el Caja Laboral logró ponerse tres puntos por delante. Sin embargo, Holden supo aprovechar sus oportunidades y la falta de decisión de los de Ivanovic dio al traste con toda esperanza. Eso sí, la entrega y el espíritu luchador no desaparecieron en ningún momento del lado vitoriano.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 2 de abril de 2010