Entre los negocios más jugosos de la trama estuvo la organización, en 2005 y 2006, de los actos de entrega de los Premios de Cultura y las Medallas Internacionales de las Artes. El sumario no lo considera irregular, pero sí dudoso por los criterios subjetivos de selección.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de abril de 2010