A ver si lo entiendo. El Gobierno central está a favor de salvar El Cabanyal, mientras la Generalitat valenciana y el Ayuntamiento de Valencia quieren abrirlo hasta el mar a golpe de excavadora. Enfrentamiento.
Por otro lado, la Policía Nacional, dependiente de la Delegación del Gobierno, es decir, del Gobierno central, y la Policía Local, ejecutora de las órdenes del Ayuntamiento, apalean conjuntamente a los manifestantes.
¿Alguien puede explicarme esta esquizofrenia? ¿Soy demasiado simple para entenderlo? Por otra parte, es cierto que los uniformes azules de los antidisturbios y los toques amarillos de los municipales componen una sinfonía de color muy marinera y las porras quizá sean del mismo fabricante. Lástima que la sangre ponga un matiz discordante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de abril de 2010