Luis Bárcenas dimite de su afiliación al PP, pero no del escaño de senador (ni del Grupo Popular en el Senado), y Mariano Rajoy le alaba por ello. Lo mismo con varios diputados de Madrid que mantienen su escaño y apoyo al PP, aplaudidos por Esperanza Aguirre. Lo que demuestra que en el PP se valora mucho más la decencia de salirse del partido que la indecencia de seguir siendo representantes de los españoles.
En otras palabras, no hay problemas en que los presuntos chorizos sigan siendo diputados o senadores, pero sí en que sean afiliados al PP.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de abril de 2010