Nuevo intento europeo de contener el derrumbe de Grecia en los mercados. Los países de la zona euro pusieron ayer a disposición de Atenas 30.000 millones a un 5% de interés, en un plan a tres años que deberá ser complementado por el FMI. Grecia aún no ha solicitado el desembolso ni tiene previsto hacerlo, pero demandaba detalles concretos de una decisión política tomada por los líderes de los Veintisiete que no había logrado frenar la hecatombe de su deuda en los mercados. En otras palabras: Europa aún no ha soltado un euro, pero ha enseñado la chequera llena y disponible.
"La solidaridad europea ahora es de carne y hueso", dijo el primer ministro griego, Yorgos Papandreu. "Se trata de probar que hay dinero", dijo Jean-Claude Juncker, jefe del Eurogrupo. "Es un fortalecimiento de la zona euro y pone de manifiesto la solidaridad entre sus miembros; es un gesto político a los mercados", declaró Elena Salgado, vicepresidenta económica. De los 30.000 millones, a España le corresponderá aportar casi 2.500. El Eurogrupo se movilizó de urgencia después de que, el viernes, la calidad del bono griego se viera degradada y la deuda a 10 años alcanzara un interés del 7,5%.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de abril de 2010