Nueve personas muertas, 27 heridas, siete de ellas muy graves, y cuatro desaparecidos es el balance provisional del accidente ferroviario ocurrido el lunes cerca de Merano, en la provincia de Bolzano, la capital del Alto Adigio, en el norte de Italia. Un desprendimiento de tierra y fango, provocado al parecer por la rotura, horas antes, de una gran tubería de riego subterránea, embistió al primer vagón del tren regional 108 sobre las nueve de la mañana, provocando el descarrilamiento del convoy, que iba lleno de estudiantes y trabajadores.
El accidente, según las primeras estimaciones, fue causado por la súbita caída de 400 metros cúbicos de terreno, inestable a causa de la rotura de la tubería. A consecuencia de la avalancha, el tren, compuesto sólo por tres vagones, se salió de los raíles y enfiló cuesta abajo por una estrecha garganta montañosa, pero dos grandes pinos evitaron que el convoy cayera al río Adige.
Las víctimas tenían entre 18 y 73 años y eran todas originarias del Alto Adigio. La provincia, también llamada Tirol del Sur, es la más septentrional de Italia y fue anexionada a Austria en 1919, tras la I Guerra Mundial. Hoy forma una comunidad autónoma y la mayoría de su población es de habla alemana.
Protección Civil montó en el lugar del accidente un hospital de campaña para atender a los heridos. El tren había partido de Malles y se dirigía a Merano. La línea de la Val Venosta, de un solo raíl, es una de las más modernas de la región: había sido inaugurada en 2005. "Ha sido una increíble fatalidad", explicó el director de la línea ferroviaria, Helmuth Moroder. "La red tiene un sistema de seguridad que bloquea automáticamente el servicio si detecta un desprendimiento de tierra sobre los raíles. La desgracia fue que la tierra cayó justo en el momento en que pasaba el tren", concluyó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de abril de 2010