"El mayor escándalo institucional de la democracia". Así definió ayer Javier Arenas el caso Poniente, del que dijo enigmáticamente: "Todo se acabará sabiendo". Tras presidir una reunión del comité ejecutivo regional del PP -en la que no se permitió las preguntas de los periodistas-, Arenas aseguró que en este asunto ha habido una "trama" con dos finalidades: "Aniquilar al PP, y empezando por el que os habla, y obtener beneficios ilícitos".
El líder popular recordó que ya hay 45 personas imputadas, por lo que su grupo parlamentario pedirá en el próximo pleno de la Cámara autonómica la disolución del Ayuntamiento de El Ejido. "En Marbella no quisieron disolver [finalmente se produjo], en Estepona, no quisieron disolver, y ahora tampoco, todo porque no querían y no quieren perder las elecciones", dijo.
El Gobierno andaluz ha vuelto a responder negativamente a esta iniciativa. "No hay ninguna justificación legal para disolver el Ayuntamiento", insistió ayer el consejero de Gobernación, Luis Pizarro, quien aseguró que el equipo de gobierno (PAL) reúne las condiciones para gestionar el Consistorio con estabilidad suficiente "nos guste o no nos guste".
En su primera visita a Almería desde que se hicieran públicas las escuchas del caso Poniente -que revelan contactos y encuentros entre los cabecillas de la trama y altos cargos socialistas, entre ellos él y el ex consejero Martín Soler- aseguró que "no hay ni un solo" dirigente o cargo público del PSOE que tenga "absolutamente nada que ver" con el caso. Afirmar lo contrario, agregó, sería "rotundamente falso, una gran calumnia". Pizarro apeló al respeto a las reglas del juego en contraposición al PP, en el que apreció un uso político del caso con el fin de desgastar al PSOE y al Gobierno.
El secretario general del PAL, José Añez, por su parte cargó contra el partido de Javier Arenas y dejó muy claro que Ignacio Berenguel seguirá al frente de un Ayuntamiento al que le iría mejor, dijo, si Enciso "siguiera llevando el timón que tan bien ha sabido llevar muchos años".
Acto seguido, Añez tildó de "caza de brujas" la Operación Poniente, en la que vio una hoja de ruta trazada por PP e IU - "la extrema derecha y la extrema izquierda", dijo- para evitar que Enciso sea alcalde y concurra a las próximas municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de abril de 2010