Hasta no hace mucho tiempo, los envases de los medicamentos traían impreso su precio. De un tiempo a esta parte el precio se pone con una pegatina. Pensaba que la diferencia era intrascendente hasta hoy. Ahora veo que el nuevo sistema permite la diferencia de precios según la farmacia. Ejemplo: Supradyn Activo 30 comprimidos (suplemento vitamínico) en una farmacia de Pozuelo de Alarcón, Madrid, 10,35 euros, y en una de la calle Illescas de Madrid, 8,50 euros. La diferencia es del 18%.
No entiendo que el precio de los medicamentos esté liberalizado cuando no lo está la apertura de las farmacias, que son comercios muy regulados. Si es así, es exigible que haya farmacias en los hipermercados y grandes almacenes. Si somos liberales, seámoslo del todo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de abril de 2010