Cádiz en Danza tenía apellido otoñal. Se celebraba en noviembre. El cambio de fecha al mes de abril no ha evitado que los organizadores tengan que seguir mirando al cielo temiendo las lluvias pero, al menos, el termómetro acaricia a los bailarines de forma más suave. La piel de gallina la provocan las coreografías, las piruetas, las exhibiciones de arte y destreza. El estreno, el pasado sábado, fue innovador. El mercado central, entre los puestos de fruta y verdura, acogió los primeros sones de este festival que busca en la primavera gaditana las múltiples formas de la danza contemporánea.
Pablo Fornell, creador gaditano, consiguió que la plaza de abastos de Cádiz, recién rehabilitada, pareciera moverse. Las bailarinas se repartían por cada esquina. El espectáculo consiguió que los compradores y vendedores se sorprendieran con giros,con las hipnóticas parábolas que realizan las piernas, los llamativos saltos.
Los montajes ocupan desde el mercado central a los teatros
El escenario es insólito pero el coreógrafo asume con gracia su reto. "En el baile, como en todo, hay que arriesgar". Su montaje Let's use the music and dance triunfó entre los carteles que promocionan ofertas de tomates y patatas.
La propuesta de Fornell es el sabroso aperitivo de Cádiz en Danza, una apuesta consolidada por el baile contemporáneo en Andalucía que cumple este año nueve ediciones. Ha cambiado el otoño por la primavera y esta vez, buscando el aire libre, ha tomado por sede múltiples espacios sin techo: la plaza de San Antonio, la playa de la Caleta, el barrio del Mentidero, el espacio Entre Catedrales o el propio mercado central, además de la Sala Central Lechera o el Teatro Falla.
Acuden 23 compañías, seis de ellas procedentes de otros países como Francia, Brasil, Grecia, Cuba, Uruguay e Israel. La edición de este año está dedicada a la compañía sevillana Mopa, que representará cuatro espectáculos diferentes a lo largo de esta semana. Entre ellos Tuve que hacer el amor por cortesía (día 21), Tus hijos me están jodiendo la vida (día 22).
Cádiz en Danza se cerrará el 24 de abril. El domingo pudo verse White, de Daniel Abreu; la uruguaya Natalia Viroga y la cubana Mara Morales; la obra El circo de la mujer serpiente, de la compañía Ananda Danza, y los griegos Rootlessroot con Unknown negative activity.
Hoy estarán en cartel Contra ruidos y vibraciones, de Guillermo Weickert y María Cabeza de Vaca; Quinto acercamiento al toque, de Juan Carlos Lérida, y A 2 centímetros del suelo, de la compañía Nabeirarrúa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de abril de 2010