Una reunión frustrante. Así resumieron ayer los sindicatos el nuevo encuentro de la mesa laboral -acordada esta vez en un número reducido de representantes- que les sentó con directivos de Cajasur y Unicaja. El objetivo: volver a discutir el impacto en la plantilla de la fusión. Tras el encuentro, Comisiones Obreras, mayoritario en Unicaja, se quejó: "Esperábamos que las cajas ofrecieran alternativas distintas, pero han seguido con el mismo discurso de siempre". En la reunión de ayer, Aspromonte, sindicato mayoritario de Cajasur, presentó un plan de ahorro. Finalmente, las empresas lo rechazaron al considerar las medidas insuficientes.
Aspromonte aseguró que sus medidas de recorte cumplirían con lo exigido por el informe de Boston Consulting. Este documento -encargado por las cajas como guía para la fusión- estima que la operación financiera requiere de un ahorro de 56,7 millones de euros al año. El ajuste podría suponer la pérdida de 1.200 contratos, la mayoría en Cajasur. Esta dureza en las medidas se debe al nefasto estado de la caja, controlada por la Iglesia, que el año pasado tuvo 596 millones de euros en pérdidas.
La semana pasada, los sindicatos rechazaron un primer plan de prejubilaciones y bajas incentivadas por fases, ofertado por las cajas. Los representantes de los trabajadores se quejaban de que los recortes afectaban, en su mayoría, a Cajasur. Así, Aspromonte propuso otro paquete de prejubilaciones, bajas incentivadas y movilidad geográfica, siempre de carácter voluntario y para trabajadores de las dos empresas. Pero el plan fue rechazado por las direcciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de abril de 2010