Tras tres preguntas parlamentarias sin respuesta, el consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, finalmente acudió ayer a la sesión de control al Consell de las Cortes Valencianas, y reconoció que ya ha iniciado los trámites para que el sindicato STEPV perciba las subvenciones que le corresponden como sindicato mayoritario de la enseñanza no universitaria. Font de Mora trató de justificar la discriminación anotada en los Presupuestos de la Generalitat para 2010, que dejó al STEPV fuera de las subvenciones públicas que recibía desde 1987 por la ley de libertad sindical, como un simple "error administrativo".
El sindicato, no obstante, ya denunció este "error" en noviembre, una vez que se hizo público el anteproyecto de ley de los Presupuestos de la Generalitat, y mantuvo durante meses contactos con funcionarios de la consejería para que se "subsanara" el error, sin éxito.
El via crucis que ha seguido esta "discriminación sindical" -en palabras de Vicent Mauri, dirigente del secretariado nacional del STEPV- y la negativa a rectificar mantenida hasta ayer por la consejería ha dado pistas a la portavoz socialista de Educación, Ana Noguera, para denunciar el acoso y derribo de esta Administración a quien se oponga a su política.
Una política que Noguera considera basada en "ignorar a la comunidad educativa"; en el "control" de la inspección educativa; la apertura "selectiva" de expedientes a directores o la "suspensión" de quienes no aceptan imposiciones.
Esta descripción le valió a Noguera la acusación despectiva de que ejerce "filibusterismo parlamentario" por parte de Font de Mora. El consejero dijo que si en las clases de política se hablara de filibusterismo, la diputada aparecería junto a la bandera pirata, con una tibia y un peroné.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de abril de 2010