A petición de las ONG españolas, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, pidió ayer a su homólogo israelí, Avigdor Lieberman, la regularización de los cooperantes que trabajan en Palestina, a quienes Israel ha cambiado el permiso de trabajo por un visado de turista, dejándoles en la ilegalidad. La respuesta no fue muy tranquilizadora. Lieberman aseguró que no hay "ninguna persecución" contra las ONG y que sólo se trata de mejorar la "transparencia" sobre sus verdaderas actividades, que no siempre son las declaradas. Moratinos también le pidió "clarificaciones" sobre la orden del Ejército israelí que permite expulsar de Cisjordania a miles de palestinos indocumentados. El asunto, alegó Lieberman, "se ha exagerado", ya que el objetivo de la medida sólo es "proteger a los palestinos". Tras reunirse con Zapatero, el jefe de la diplomacia israelí prometió examinar "con espíritu constructivo" la cumbre euromediterránea de junio en Barcelona, pero no confirmó la asistencia del primer ministro Benjamín Netanyahu.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de abril de 2010