La presidenta del Parlamento, Pilar Rojo, hizo ayer un balance positivo de su primer año al frente de la Cámara. "La situación es radicalmente opuesta a la de la pasada legislatura", defendió, y puso como ejemplo que el grupo del Gobierno ya no hace preguntas al presidente en las sesiones de control. Señaló, no obstante, que los diputados deben "reducir la tensión" en los debates parlamentarios, para evitar "broncas" y "descalificaciones".
"Que los debates parlamentarios nos permitan ir a tomar un café después", explicó Rojo, que llamó a "no herir sensibilidades". "El compromiso tiene que partir de cada diputado", avisó.
Insistió en que el Parlamento debe apostar más por la "calidad" que por la "cantidad" en su producción normativa, pero señaló que en lo que lleva al frente del legislativo se han aprobado 12 leyes, por siete que vieron la luz en el mismo periodo de la legislatura anterior.
La presidenta de la Cámara autónoma quiere también continuar con su apuesta por las nuevas tecnologías hasta conseguir un Parlamento "virtual". Incidió, asimismo, en su propuesta de que las diputadas embarazadas puedan delegar el voto. "Me preocuparía que no tuviese unanimidad", indicó.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de abril de 2010