"Venga, arriba los brazos", pidió Álex Ubago durante su concierto. Y lo que vio desde el escenario fue esta imagen. Un mar de brazos y cabezas ocupando toda la Gran Vía, de escaparate a escaparate. Porque ayer la calle más emblemática de Madrid echó a los coches y acogió a madrileños y turistas. Por un día, todos pudieron caminar por la calzada, hacerse fotos con el letrero de Schweppes de fondo, disfrutar de una de las calles con más tráfico de la capital. La Gran Vía se convirtió en una suerte de escenario gigante. El Sueño de Morfeo, Nek, Shanon Corr, Georgina y Álex Ubago congregaron a miles de personas.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2010