Soy nieto del primer alcalde de Badajoz en la Segunda República. Eladio López Alegría era republicano (no marxista) y fue secuestrado y asesinado en la pared del cementerio de San Juan en Badajoz el 16 de septiembre de 1936. Fue juzgado en 1940, casi cuatro años después, se multó a la familia con 3.000 pesetas, pues a pesar de "ser una persona de intachable conducta", según reza la sentencia, era de izquierdas (gravísimo delito). Inmediatamente, la familia hizo gestiones para que fuera sepultado y sus restos descansan dignamente en el cementerio de nuestra ciudad. Hubo suerte, otros no tuvieron tanta. Me pregunto, ¿es mucho pedir, por parte de familiares de desaparecidos en nuestra Guerra Civil, que busquen a sus personas queridas y se les dé digna sepultura? Sólo piden eso. ¿Por qué le molesta tanto a la derecha política y sociológica?
Ellos tuvieron 40 años para hacerlo y fueron tratados como "Gloriosos caídos por Dios y por España", mientras a los del otro bando se les trató de lo peor y sin que pudieran defenderse. Esta oposición ha llevado a la intervención del juez Garzón, lo cual está enconando las posturas en el asunto de la memoria histórica y ha llevado a algunas asociaciones a pedir justicia fuera de España. Todo muy lamentable.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2010