La plataforma petrolífera del golfo de México que explotó el pasado martes ha dejado en el fondo del océano una herida abierta por la que se vierten cerca de mil barriles de petróleo al día, alrededor de 190.900 litros. Al pozo, a 1.525 metros de profundidad, no es fácil acceder. En el momento de la explosión había 126 trabajadores, 11 siguen desaparecidos. El jueves, la plataforma se hundió en el mar.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de abril de 2010