De Salamanca siguen saliendo papeles hacia Cataluña, pero son una minucia en comparación con las riadas de legajos que entran. En los próximos días se enviarán 200 cajas con documentos a la Generalitat, que fueron incautados al finalizar la Guerra Civil y que habían sido reclamados por la institución. En su día, la demanda catalana para recuperar los papeles desató una cruda batalla política.
La inauguración del II Encuentro Internacional de Centros de Memoria Histórica evidenció ayer que de aquella cólera institucional queda bien poco. La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde y el alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote (PP), elogiaron la cooperación entre ambos departamentos, que han colaborado en la exposición Supervivencia, testimonio y arte: Españoles en los campos nazis.
La muestra se ha organizado con esculturas donadas por la viuda de Ángel Hernández García Hernán (Madrid, 1912- Perpignan, 1992), inspiradas en el campo de Mauthausen, donde su marido sobrevivió como enfermero. Hernán hablaba poco. Sacó sus recuerdos al exterior creando unos hombres escuálidos, a lo Giacometti, que arrastran cadáveres sobre carretas, se ayudan entre sí y tiemblan de frío. Se exponen también obras de otros españoles que se juramentaron para recordar al mundo lo que habían visto del nazismo. En el acto, González-Sinde deslizó su compromiso con los archivos en dos sentencias: "Ayudan a transformar el prejuicio en conocimiento" y "El mundo de la cultura siempre ha estado junto a la verdad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 27 de abril de 2010