Julio San Emeterio, el gregario más fiel de Bahamontes
"El Mezo tenía genio, carácter y un taller de bicicletas que no le iba muy bien", recuerda Federico Bahamontes. "Siempre fue fiel a mí y yo siempre fui fiel a él". El Mezo, o sea Julio San Emeterio, era ciclista, era de Torrelavega y murió ayer en Rivero (Cantabria), a los 80 años, lo que dejó a Federico con "la moral por los suelos", súbitamente viejo, con la constatación de que envejecer es quedarse solo, y a la gente del ciclismo español, a los que le conocieron como ciclista o como director, con el sentimiento recurrente de que la vida pasa muy deprisa.