La asamblea interestamental de la Universitat de València, creada a final del curso pasado para promover un debate (y unas líneas programáticas) de cara a la elección de rector, se reactivó ayer después de dos meses sin actividad. La convocatoria reunió a una veintena de personas (casi todos profesores) en la Facultad de Geografía e Historia, que hicieron balance de los resultados electorales y decidieron los pasos a seguir.
En la asamblea, heredera hasta cierto punto de la histórica corriente del Bloc, se hizo autocrítica; se lamentó la existencia de dos candidatos (de los cuatro que se presentaron) en una posición bastante cercana (Antoni Furió y Vicent Soler participaron en las asambleas anteriores pero no en la de ayer); y se oyeron voces que pidieron un análisis de los cambios que ha experimentado la Universitat (y la sociedad) en los últimos tiempos.
La asamblea decidió constituirse en un foro de debate crítico sobre la institución que tenga traslación en el Claustro, el antiguo parlamento universitario venido a menos desde que la Ley Orgánica de Universidades (LOU) le retiró su principal competencia: la elección del rector. Hubo consenso en la conveniencia de volver a "preparar" los claustros como forma de plantear propuestas, y de organizar sesiones monográficas dedicadas a cuestiones importantes, como el Campus de Excelencia y el Máster de Secundaria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de abril de 2010