La elaboración del informe del Consejo Escolar de Euskadi ha avivado indirectamente la llama de la discordia sobre el Plan de Convivencia. Las reacciones críticas exhibidas por Aralar y ELA, así como por algunos miembros de la comunidad educativa vuelven a complicar el futuro de las negociaciones tendentes a un consenso.
La parlamentaria de Aralar Aintzane Ezenarro se atrevió a asegurar que el Consejo Escolar de Euskadi ha sufrido "presiones" para introducir cambios "sustanciales" en su respuesta al Plan de Convivencia, antes de que fuera presentado el informe. En una comparecencia de prensa en la Cámara vasca, Ezenarro dijo que le consta que ha habido un borrador del texto "muy crítico" con la reformulación del Plan de Educación para la Paz, aunque el jueves mismo fue "modificado" de manera "sustancial", justo después de recibir "presiones políticas y mediáticas".
A preguntas de los periodistas sobre qué partidos habrían podido intentar ejercer presiones, Ezenarro se ha referido a declaraciones públicas de "supuestos portavoces del propio Consejo que eran portavoces políticos" del PSE-EE y el PP, sobre todo, y que se han adelantado a lo que el Consejo Escolar de Euskadi iba a decir.
También con dureza reaccionó ayer el sindicato abertzale ELA, al pedir la retirada del Plan de Convivencia porque, a su juicio, "traslada el conflicto a la escuela" y destacó que, aunque "no comparte del todo" el informe del Consejo Escolar, cree que en el mismo se ha criticado la citada propuesta. En un comunicado, la central sindical señaló que el informe emitido por el Consejo Escolar supone una "severa crítica" tanto del procedimiento utilizado para su elaboración, como de varios de sus contenidos fundamentales. Tras denunciar que el Gobierno vasco no le haya remitido el plan, indicó que, desde que tuvo conocimiento del mismo, ha manifestado "su oposición más rotunda".
Por su parte la presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo del País Vasco (Covite), Cristina Cuesta, opinó ayer que el testimonio de las víctimas en las aulas no puede basarse en la "imposición", aunque destacó la importancia pedagógica que representa esta iniciativa para deslegitimar la violencia.
Cuesta trasladó en Bilbao a la consejera de Educación, Isabel Celaá, su apoyo al Plan de Convivencia del Gobierno vasco. Supone un "salto cualitativo" con respecto al plan anterior porque "centra el protagonismo en las víctimas del terrorismo y la deslegitimación de la violencia terrorista".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 1 de mayo de 2010