El presidente del PNV de Guipúzcoa, Joseba Egibar, lanzó ayer una andanada contra la gestión económica y política que están realizando los gobiernos central y vasco y sostuvo que España es hoy en día "sinónimo de prohibición y negación política y un lastre en lo económico".
Egibar participó en los actos organizados por el décimo aniversario del batzoki del Antiguo en San Sebastián. Días después de que la agencia Standard & Poor's rebajase la valoración de la deuda vasca, el dirigente peneuvista alertó de que, un año después del cambio de Gobierno, "empieza a haber destrozos" en la gestión de la Administración autonómica. "Lo mejor del aniversario del Gobierno del lehendakari, Patxi López, es que sólo quedan tres", ironizó.
El también portavoz parlamentario del PNV prosiguió asegurando que las decisiones del Ejecutivo están metiendo a Euskadi en "una línea calculada de empobrecimiento" con el fin de que se parezca más a España, a la que consideró ejemplo de "prohibición y negación política" y de mala gestión económica.
La solución pasa, en su opinión, por evitar que Euskadi pierda posiciones, empezando por que la empresas vascas pasen a exportar "el tercio de producción que venden a España". Así, propuso que las compañías busquen nuevos mercados "más difíciles, que están más lejos".
En el ámbito político, Egibar hizo un balance negativo sobre el primer año de Gobierno y retomó las críticas contra el acuerdo entre PP y PSE, "las dos Españas que están aquí bajo la misma estrategia de controlar" la política vasca. A día de hoy, los dos partidos gobiernan "sin programa". En esta situación, el papel del PNV pasa por estar "en primera línea" para parar a socialistas y populares. Egibar instó a dar respuestas "a la altura de la decisión de Estado" de ambas formaciones tomando como puntos de partida los derechos humanos y el derecho a decidir de Euskadi, que "no quieren reconocer, para lo cual tienen incluso que negar la existencia del pueblo vasco".
Junto a Egibar intervino el diputado general guipuzcoano, Markel Olano, quien hizo un llamamiento a la unidad abertzale para construir el futuro de Euskadi "entre todos", sobre "una base ética común de oposición a la violencia" y sin improvisaciones.
"Tampoco valen los reinos de taifas, una disgregación en ese espacio político" en el que "hay una pluralidad de siglas [nacioanlistas] que lo único que hace es debilitarnos", apuntó. Olano apostó por un acuerdo de mínimos que permita dicha colaboración, aunque matizó que aspirar a acuerdos en todos los aspectos sería un error.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 3 de mayo de 2010