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CARTAS AL DIRECTOR

Ni carcamales ni resentidos

De nuevo nuestra presidenta se ha descolgado con una más de sus populacheras descalificaciones, esta vez contra los que apoyan al juez Garzón, tachándoles de "carcamales resentidos" y de paso también, y por el mismo precio, de "antidemocráticos". Como ya va siendo habitual no sabemos bajo qué paraguas se ha explayado, si como presidenta de la Comunidad o como representante de su partido, de cualquiera de las formas es impropio del cargo que ostenta, pues nos está representando a todos los madrileños, la hayamos votado o no, y es su obligación guardar la compostura y las formas. En su propio partido podrían darle nociones de "saber estar" su colega de Galicia el señor Feijóo o del País Vasco señor Basagoiti. Flaca de memoria anda Esperanza Aguirre cuando olvida las actuaciones de su propio partido ante las decisiones judiciales del caso De Juana Chaos, y que nadie les acusó de antidemocráticos, porque una de las grandezas de la democracia es la libertad de expresión... Eso sí, para todos y no para unos pocos o según convenga...

Las personas que apoyan a Garzón no reúnen las condiciones de edad que suele conllevar la despectiva palabra de carcamales, y por supuesto no creo que solicitar justicia para aclarar las tropelías del franquismo tenga nada que ver con el resentimiento..., resentimiento es lo que sus correligionarios transmiten tras dos derrotas consecutivas en las urnas. Hay quien define la palabra carcamal como "persona vieja y regruñona a la que todo le parece mal". Ante esta definición, si quiere usted de verdad buscar carcamales acuda a su propio partido, que seguro va a encontrar más...

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de mayo de 2010