José Luis Rodríguez Zapatero buscó ayer el apoyo del líder de la oposición para combatir la mala imagen de la economía española y enviar un mensaje positivo a los mercados. El resultado fue muy limitado. Mariano Rajoy habló, tras una reunión de más de dos horas con el presidente del Gobierno, de la delicada situación de España y exigió medidas que el Gobierno, dice, no toma.
Pese a todo, Zapatero y Rajoy, que ni siquiera comparecieron juntos, alcanzaron acuerdos mínimos para impulsar las fusiones de cajas de ahorros y reformar la ley que las gobierna. A las pocas horas, Caixanova daba el visto bueno a la alianza con Caixa Galicia tras una negociación de meses.
Mientras, el coste de la deuda española siguió encareciéndose, los seguros contra el impago de dicha deuda alcanzaron niveles máximos y la Bolsa volvió a desplomarse. En el bono a 10 años, la prima de riesgo -el diferencial con la deuda alemana, la más segura- alcanzó ayer los 134 puntos básicos (hace un mes estaba en 70). El mercado exige a la deuda española un rendimiento del 4,2%, por sólo 2,8% a la alemana. En el bono a dos años, el diferencial con Alemania se ha multiplicado por cuatro en un mes. A los títulos españoles se les exige un 2,58%, por sólo un 0,59% a los alemanes.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 6 de mayo de 2010