Es triste que un partido racista con un líder que afirme que Hitler "sólo se excedió un poco" pueda ganar un escaño en las elecciones que se celebran en Reino Unido.
Los seguidores de este partido pertenecen en su mayoría a la clase obrera, los más afectados por la crisis económica. Un hecho que recuerda al modo con que Adolf Hitler consiguió popularidad en los años treinta: las medidas radicales que proponía para sacar al país de otra crisis económica. Así vemos cómo la historia se repite. Ante los problemas económicos, se vota al más radical económicamente hablando, sin tener en cuenta las medidas ni políticas ni sociales que pueda tomar el partido.
De acuerdo, el líder del BNP no es Hitler y además es imposible que consiga el poder. Pero dice muy poco de esos británicos que antepongan una posible mejoría económica a todo lo demás.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de mayo de 2010