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CÓMIC

Teoría de género en mallas ajustadas

Para todo aquel que siga pensando que las historietas de superhéroes tienen su target exclusivo en el varón adolescente con superávit de fantasías onanistas, Gail Simone, invitada estelar en la presente edición del Salón del Cómic de Barcelona, adopta el perfil de toda una improbabilidad: ex peluquera, bloguera de combate y cotizada guionista para Marvel y D.C., su particular estilo —cóctel de humor, teoría de género y un muy adolescente sentido del drama— ha logrado atraer la atención del público femenino. En sus manos, la figura de la superheroína no ha perdido ni un ápice de erotismo, pero ha ganado en actitud, ironía y ganas de incordiar.

"En los cómics norteamericanos", señala la guionista, "dominó hace poco la tendencia de convertir cada historia en algo que fuera lo más provocativo posible, como respuesta a obras que sí habían sido genuinamente provocadoras como Watchmen. Por desgracia, eso se materializó en la tendencia de arrebatarles el poder, matar o demoler personajes femeninos de largo recorrido, hasta el punto de que casi no quedó superheroína que no resultase afectada en el proceso. Para ser sinceros, era un material malísimo. Pero este es un medio fantástico y ha sido capaz de autorregularse… Ahora hay muchos personajes femeninos con fieles seguidores y el número de creadoras de cómic también ha aumentado considerablemente. El cambio ha sido sustancial, cada vez hay más lectoras".

Sus guiones en la serie Birds of prey o su particular tratamiento de la clásica Wonder Woman —personaje creado por el psicólogo feminista, aficionado a la estética del bondage e inventor del polígrafo William Moulton Marston— han permitido a Simone desarrollar, sobre el campo de batalla de las viñetas, esa sensibilidad insumisa que ya había desplegado en su blog Women in refrigerators, bautizado así en memoria de Alexandra DeWitt, la novia de Linterna Verde, cuyo cadáver fue a parar a la nevera del superhéroe por obra y gracia de la crueldad misógina del supervillano Major Force.

Nadie debería confundir el toque femenino de la guionista como veneno para la libido: "Gracias a Dios que mis lectores adolescentes están, por lo menos en parte, dominados por sus hormonas, porque ese es precisamente el material sobre el que me gusta escribir".

Salón del Cómic de Barcelona, hasta el 9 de mayo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 7 de mayo de 2010