Bajo el apodo A Ke, un ciudadano chino encabezó durante meses una red internacional de falsificadores de tarjetas de crédito radicada en Sevilla, de cuyo desmantelamiento informó ayer la policía. En la Operación Mandarina han sido detenidas 16 personas de origen rumano, nigeriano y chino, por estafar datos para comprar artículos de lujo y venderlos en el mercado negro.
La banda utilizaba tarjetas, cuyo máximo disponible era 3.000 euros, para adquirir relojes, pulseras, bolsos, vino y champán de grandes marcas. Los compradores, captados en Barcelona, disponían de 60.000 euros semanales para gastar en Sevilla. Utilizaban tarjetas con numeraciones de bancos de todo el mundo. Han sido intervenidas seis falsificadas y otras 527 tarjetas en blanco preparadas para hacer la copia.
A Ke, que ya estuvo encarcelado de 2003 a 2006 por falsificación documental, era el cabecilla desde la capital hispalense de una red con ramificaciones en seis ciudades españolas y en Italia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de mayo de 2010