Pese a la lluvia de ayer por la tarde, alrededor de 30 madres acompañados de sus hijos, las Mares de Russafa, se concentraron en la calle Puerto Rico del barrio de Russafa, en Valencia. Su exigencia, ya eterna, es que empiecen las obras del colegio allí proyectado desde 2002 y así los niños no tengan que ir a clase a otros centros fuera del barrio. Sacaron las pancartas junto al muro de la "vergonya educativa", que tapa el solar donde debe ir el colegio. Lo volverán a hacer cada primer viernes de mes hasta que la Consejería de Educación, dirigida por Alejandro Font de Mora, fije el principio de las obras.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de mayo de 2010