La primera de una larga lista de jornadas de huelga convocadas en el puerto de Valencia contra la nueva ley que estudia el Congreso se quedó ayer en un aviso. La movilización, convocada en el conjunto de puertos del Estado, contó inicialmente con el apoyo de todos los sindicatos. La Coordinadora de Trabajadores del Mar (CMT), que posee una representatividad cercana al 80%, se desmarcó, sin embargo, la semana pasada después de que PSOE y PP se acercaran a sus posiciones. UGT hizo lo mismo. La huelga siguió adelante con el apoyo de Comisiones Obreras, CGT y otras organizaciones minoritarias, pero su impacto fue menor.
La asamblea de trabajadores convocada a primera hora retrasó el inicio de las operaciones hasta pasadas las 10 de la mañana, dos horas más tarde de lo habitual. La Autoridad Portuario informó de la suspensión de la actividad de una de las grúas de la terminal de Marítima Valenciana, afectando a un buque. El responsable de la sección sindical de Comisiones, Jorge García, afirmó que el paro alcanzó a cuatro grúas. En cada una de las grandes terminales del puerto funcionan más de una quincena de grúas.
Los estibadores en huelga mantenían los paros previstos: desde ayer y hasta el día 14; entre el 18 y el 21 de mayo, y de forma indefinida a partir del 25 del mismo mes. CMT advirtió de que su desconvocatoria dependía de que el dictamen que la comisión de Fomento del Congreso debe emitir hoy recogiera sus exigencias. Entre ellas figura el mantenimiento de todos los puestos de trabajo que ocupan los estibadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de mayo de 2010