El Gobierno egipcio anunció ayer su plan para extender por dos años más la ley de emergencia y también para corregir parte de su articulado con el fin de restringir el uso de la norma, utilizada normalmente para sofocar a los disidentes.
La ley, vigente desde 1981, permite la detención indefinida y otras medidas que las organizaciones de derechos civiles aseguran que se emplean para silenciar a los oponentes al presidente Hosni Mubarak y al partido gobernante, especialmente a los Hermanos Musulmanes.
Unos 200 manifestantes, incluido un ex candidato presidencial, el bloque parlamentario de los Hermanos Musulmanes y líderes sindicales, protestaron en el Parlamento por la extensión de la legislación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de mayo de 2010