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Reportaje:

Nadal se reencuentra

El mallorquín doblega al 'kilométrico' Isner y se cita hoy con el francés Monfils en los cuartos de final del Masters de Madrid

Al final del día, Gael Monfils espera (15.30, Teledeporte) en cuartos del Abierto de Madrid a Rafael Nadal, vencedor por 7-5 y 6-4 del tremendo John Isner (2,06 metros) bajo el techo cerrado y el agua rugiente que golpea la Caja Mágica. Un aviso: "Nadie sabe de lo que soy capaz", dice Monfils, el impredecible número 18. "Ni siquiera yo mismo". Una radiografía: "Será muy complicado y aquí más por su servicio y sus golpes fuertes. Si Monfils no es el más rápido del circuito, es de los que más. Y si está ordenado es muy difícil desbordarle", dice Nadal. Una seguridad: "Nadal ha reencontrado todas sus armas", comenta el rumano Ilie Nastase, ex número uno del mundo, de paso por Madrid.

Le llamaban asqueroso, feo, malo... Mr. Nasty. Nastase (Rumania, 1946) vino a la capital para ver a dos jugadores: a Federer y Nadal. Antes ejerció esa misma labor de observación en Montecarlo, análisis sobre el terreno, medida de las fuerzas de los colosos de la tierra. "Hay varios jugadores que me han impresionado", cuenta. "Verdasco, que juega bien; Djokovic... pero el que más me ha impresionado es Nadal", prosigue. "Llega a esta parte de la temporada a un alto nivel. En plena forma justo antes de Roland Garros. La bola le corre mucho, le va muy rápida. Ha reencontrado todas sus armas". "Me recuerda un poco a Jimmy Connors por la forma en la que quiere ganar cada punto, por su gran deseo. En eso son comparables, no en el juego. Pero Rafa, por sus ganas de ganarlo todo, es Jimmy Connors".

Nadal no es exactamente Connors, que patentó el revés a dos manos. Nadal es un tenista que cinco minutos antes del partido aparece armado con unos gigantescos y aparatosos cascos, atronadora la música; que se va despidiendo a manotazos de su equipo; que luego entra en la cancha con paso seguro, juega, gana, se cita con Monfils y observa cómo Nicolás Almagro, vencedor ayer de Mónaco (6-4 y 6-1), rival hoy de Melzer, quizás le espere en las semifinales el sábado. Habla Nadal hoy en la pista y Verdasco ya calla. A semana y media del Roland Garros, el madrileño, brillante en la gira de tierra, se despidió ayer de Madrid ante Melzer (7-5 y 6-3). Llevaba el tobillo derecho vendado. Debió atenderle el fisioterapeuta. Aguantó, duro como el pedernal, para no sumarse a los 12 abandonos del torneo (nueve hombres y tres mujeres). Y al final, maldiciendo al tobillo, a la calidad del rival y a un escenario endemoniado - "La pista no estaba en las mejores condiciones"-, dejó la capital derrotado pero bendecido. "Juega bien este Verdasco". Palabra de Nastase.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2010