La basura que dejó la celebración de la fiesta de la Ascensión en Santiago en la noche del pasado miércoles se acumuló con los residuos que desbordaban los contenedores desde el pasado domingo, cuando comenzó una huelga de los trabajadores del servicio de recogida de basuras. El área peor parada fue el Campus Sur, donde se celebraron conciertos, que amaneció con las calles llenas de bolsas y botellas. La concejala de Seguridad Ciudadana, Marta Álvarez-Santullano, consideró "casi imposible" hacer una valoración sobre la cantidad de basura acumulada. El casco viejo está "bastante bien", aunque la zona nueva "comienza a resentirse", afirmó.
La noche transcurrió casi sin incidentes: los bomberos sólo tuvieron que salir una vez a sofocar un incendio que, a primera hora de la mañana, se produjo en un contenedor de una céntrica calle de la zona nueva de la capital gallega, informa Europa Press. En la madrugada del miércoles el saldo de los bomberos sumó 20 salidas entre las 11 y las 4 de la mañana para apagar fuegos en casi una treintena de contenedores. Además, se quemaron neumáticos para cortar el acceso en la pista que lleva a la planta de transferencia de residuos.
La negociación entre empresa y trabajadores está paralizada
Los sabotajes, alertó Álvarez-Santullano, comenzaron ya en la noche del lunes, con cortes en el suministro eléctrico para bloquear los contenedores del casco histórico. Precisamente, los servicios mínimos decretados por el Ayuntamiento, que el comité de empresa de Urbaser calificó de "abusivos", se centran sobre todo en garantizar la limpieza y salubridad del casco histórico de la ciudad, al coincidir el paro con las fiestas y el Año Xacobeo.
La negociación entre los trabajadores y la empresa se encuentra paralizada. El pasado miércoles, las dos partes se reunieron ante el Consello Galego de Relacións Laborais, pero el encuentro terminó sin acuerdo, ya que la empresa consideró inasumible la petición de los trabajadores de cambiar los turnos de trabajo de lunes a sábado y descansar el domingo, con seis días laborables y tres de libranza. El comité ofreció la posibilidad de librar dos fines de semana al mes, con las mismas horas de trabajo. La empresa se comprometió a estudiar la oferta, según fuentes sindicales, y por el momento no se ha pronunciado. De los otros puntos de la negociación, como el aumento salarial, la empresa ofreció una subida equivalante a la del IPC, que el comité "no rechazó". Sin embargo, sobre la petición de que las plazas de prejubilados las ocupen personas ya contratadas "no quisieron negociar", según los sindicatos. El Ayuntamiento pidió a los trabajadores "responsabilidad" en sus reivindicaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2010