La historia judicial de España escribió ayer una controvertida página en medio del escándalo internacional. El juez Baltasar Garzón, instructor de las causas más relevantes contra el terrorismo, el narcotráfico o la corrupción, fue suspendido de funciones y expulsado de la Audiencia Nacional por abrir una investigación sobre los crímenes del franquismo. Una querella de grupos de la ultraderecha, instruida por el juez del Tribunal Supremo Luciano Varela, ha desembocado en la apertura de juicio oral por supuesta prevaricación. El Poder Judicial, en aplicación de la ley, suspendió ayer al juez.
Cuando Garzón abandonó la Audiencia, donde trabajaba desde 1988, a las dos de la tarde, se vio rodeado de jueces, fiscales, secretarios y trabajadores que le despidieron entre abrazos y lágrimas. Cientos de personas se concentraron anoche en la calle de Génova para protestar contra una decisión que podría acabar con la carrera de un juez de prestigio mundial.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2010