El alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, logró reunir ayer a otros seis ex regidores de la ciudad, entre los que estuvo Eduardo Zaplana, en el restaurante de un céntrico hotel de la localidad. Pero no consiguió que su predecesor, Manuel Pérez Fenoll, del PP, acudiera a la comida. La cita juntó por primera vez a los dos alcaldes aupados por mociones de censura con apoyo de tránsfugas que ha vivido Benidorm.
Pérez Fenoll no está dispuesto a ceder ni un ápice con Navarro, al que no considera el legítimo alcalde de Benidorm. Su ausencia era previsible, pero no tanto que la agenda de Zaplana le permitiera acudir, así que su visita tuvo una clara intención de legitimar la moción que desalojó a Pérez Fenoll. Las simpatías de Zaplana están con la presidenta del PP local, Gema Amor, que aspira a ser candidata en las próximas municipales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de mayo de 2010