Todo estaba preparado. Por la mañana, operarios del Ayuntamiento de Madrid empezaron a poner vallas por doquier para proteger a la diosa Cibeles. Los preparativos incluían la pasarela que lleva directamente hasta el centro de la obra, lo que permite ponerle la bufanda blanca. También se suspendió una cena de jefes de Estado que estaba prevista celebrarse en la Casa de América, ante una eventual victoria del Real Madrid. Pero todo se quedó en nada. La victoria del Barcelona frente al Valladolid impidió a los jugadores del estadio Santiago Bernabéu ganar la Liga. No tuvo tanta suerte como uno de sus eternos rivales, el Atlético, que la semana pasada consiguió la Liga Europa. Sin embargo, Cibeles no se quedó desierta. Un centenar de hinchas del Barcelona la ocuparon con sus bufandas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de mayo de 2010