A propósito de la reciente y oficial degradación de la Biblioteca Nacional y siguiendo la línea de Juan José Millás en su genial Media huelga (EL PAÍS, 14 de mayo), diré que Liszt, siempre precursor, ya previó las disminuciones, rebajas y despojos que vamos a sufrir. Puso en el piano las sinfonías de Beethoven. Me temo que a partir de ahora estas versiones del ilustre húngaro sustituirán a las orquestales del propio Beethoven. Así nos "ahorraremos" en España a la ONE, la ORTVE y tantas otras excelentes orquestas que han acercado al europeo el panorama musical español.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de mayo de 2010