Irán dio ayer un golpe de efecto diplomático al lograr el respaldo de Turquía y Brasil a un plan de intercambio de combustible nuclear. El acuerdo prevé el envío a Turquía para su enriquecimiento de 1.200 kilos de uranio. Ankara y Brasilia consideran que el pacto deja sin sentido las nuevas sanciones de la comunidad internacional, pero EE UU y sus aliados europeos rechazaron el acuerdo y mantienen sus exigencias.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 18 de mayo de 2010