Desde que la central nuclear de Cofrentes se puso en funcionamiento, hace 25 años, ha sufrido 17 procesos de recarga de combustible en los que se ha sustituido el uranio enriquecido gastado del reactor por varillas nuevas. La última operación de este tipo fue en octubre del año pasado.
Todos estos residuos descansan en una gran piscina de agua pura (sin minerales, de forma que no pueda contaminarse de radiación). Tras una operación finalizada hace un año, la central ha variado el sistema de almacenaje del combustible gastado (114 toneladas de uranio por carga completa) de forma que el tanque de agua podrá alojar residuos hasta el año 2021, según indicaron ayer desde la central
Fuentes de la central apuntaron que se está invirtiendo en mejoras de mantenimiento del reactor para extender la vida útil de las instalaciones de 40 a 60 años. Cofrentes generó en 2009 el 15,25% de toda la energía nuclear producida en España y el 40% de la consumida en la Comunidad Valenciana (el 5% en España).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de mayo de 2010