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La defenestración de Garzón

Garzón: "Si alguien me persigue, debería explicar por qué"

El magistrado cree haber actuado de forma lícita en la causa de las fosas

"Tranquilo", porque podrá demostrar su inocencia. El juez Baltasar Garzón no se siente perseguido en España. Nadie tendría por qué perseguirle, mucho menos el Tribunal Supremo, que le merece "el mayor de los respetos". Pero si alguien lo hace "debería explicarlo", exigió el magistrado desde el Ayuntamiento de París, donde acudió invitado por la primera teniente de alcalde, Anne Hidalgo, hija de un republicano español, un día después de haber recibido en la capital francesa un premio en la Escuela de Ciencias Políticas de París.

Tampoco percibe ensañamiento en España, o no se ha "parado a pensarlo". "Ahora bien", matizó ayer el juez, "cuando uno empieza una investigación puede acertar o no, pero de ahí a pensar que lo hace de manera perversa... Mi conciencia me dicta que estoy lejos de haber actuado de forma ilícita". A su juicio, se ha limitado "a interpretar las normas locales al amparo de tratados y normas internacionales de justicia universal".

Garzón eludió referirse a la Ley de Amnistía Española, que deslizó durante el discurso posterior a la entrega del premio el pasado lunes, cuando aseguró que al final todas las leyes que amparan la impunidad acaban cayendo. El juez, ayer, no quiso ser más preciso: "Dije lo que dije, no me refería a ninguna ley en particular, pero con el tiempo, las leyes de amnistía acaban siendo anuladas o derogadas. Así ha pasado en Argentina o en Perú. Pero no me voy a referir a la Ley de Amnistía Española porque eso es parte del proceso en el que estoy involucrado".

A la hora de comentar su proceso y el hecho de que haya sido el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias y Falange quienes hayan impulsado su proceso añadió: "Yo no hago valoraciones personales" pero "la acción de la justicia debe ser independiente y debe ser respetuosa con el derecho a la defensa".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de mayo de 2010