Un trabajador de la ONCE muestra la difícil rutina de tratar de viajar por las profundidades de la ciudad sin ver. "Es duro, pero hay tantas cosas que te quitan las ganas de salir de casa", dice este invidente, que considera que el accidente de Danays Bautista fue eso, un accidente desgraciado. Este guía sobre todo recomienda "no tener prisa a la hora de entrar al tren" y recuerda que el único modo de orientarse sin un perro es "mover el bastón, no hay otra manera de saber dónde estás".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de mayo de 2010