El ministro de Exteriores del Gobierno Berlusconi, Franco Frattini (Roma, 1957) se va a casar. Se ha sabido porque la boda figura en el tablón de anuncios del Ayuntamiento de Bolonia. La novia tiene 33 años, 20 menos que el novio, divorciado y con una hija adolescente. Se llama Stella Coppi, vive cerca de Módena, se ha licenciado en Económicas, le apasionada el esquí y es campeona de golf.
La pareja se conoció a través del padre de ella, Gaetano, que fue presidente de la Federación italiana de deportes de invierno (FISI) y organizó la candidatura de Turín a los Juegos Olímpicos de invierno de 2006 con Frattini, ministro también en el segundo Ejecutivo de Il Cavaliere. El titular de Exteriores es un esquiador empedernido y entre nieve, telesillas y pistas brotó el nuevo amor. "No imaginaba que nuestra relación institucional desembocara en una boda", bromeaba el futuro suegro ayer ante la prensa. "Pero le prometí a mi hijita que trataré a Frattini como a un yerno, no como a un ministro".
No es la primera vez que la vida amorosa de Frattini es noticia. El que fuera Comisario europeo de Interior y Justicia entre 2004 y 2008 protagonizó un culebrón con la dermatóloga siciliana Chantal Sciuto, a la que abandonó el pasado febrero con un SMS tras meses de relación. El ministro había sido reacio a hacer pública su vida privada. Sin embargo, los paparazzi les pillaron de vacaciones en las Maldivas mientras se recrudecía el conflicto entre Georgia y Rusia. Para aplacarlas, a modo de contestación, Chantal Sciuto hizo pública una nota de prensa en la que comunicaba a los medios que entre ellos había amor. Era agosto de 2008. En febrero de 2009 llegaba la ruptura. Y en mayo, el ministro visitaba en su pueblo a Stella, con su caravana de coches oficiales. Parece que esta vez el ministro más conquistador del Gobierno de Berlusconi sí va a acabar con su soltería.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 2010