Cada día que pasa la incertidumbre va a más en los mercados. A primera vista, puede parecer difícil. Las dudas reinan en los parqués desde hace ya mucho tiempo, pero en los últimos días han ido a más. Basta ver los índices que reflejan la volatilidad para comprobarlo. Ayer llegaron a superar los niveles marcados el pasado 6 de mayo, cuando en apenas unos minutos Wall Street se hundió y volvió a recuperarse a la misma velocidad.
Ver la horquilla en la que se movió el Ibex es una prueba de que los índices de volatilidad no mienten. A las once de la mañana subió hasta los 9.562,7 puntos. Ganaba en ese momento un 2,4%. Horas después se dio la vuelta y llegó a marcar, a las 16.30, el mínimo intradía de 9.038,35 puntos, o lo que es lo mismo, caída en torno al 3,5%. En la última hora, el índice selectivo se recuperó, el saldo final fue un retroceso de un 1,13%, en 9.270,5 puntos.
Las explicaciones a estos bandazos llegan por varias vías. Las autoridades europeas no logran transmitir un mensaje único a los mercados (no lo hizo hace dos días cuando Alemania impuso en solitario la prohibición de las apuestas descubiertas a la baja). Y además, en Estados Unidos el dato semanal de peticiones de prestaciones de desempleados superó las expectativas de los analistas. La conjunción de ambos factores fabricó un cóctel que los mercados no fueron capaces de digerir.
En Europa, el Ibex fue de los mejor parados. El índice selectivo francés CAC 40 perdió un 2,25% y el Dax alemán un 2,02%. Al otro lado del Atlántico, los números rojos se impusieron desde que sonó la campana.
En el resto de mercados el día tampoco fue más tranquilo. Por lo que respecta a las divisas, el euro, que mantuvo posiciones frente al dólar durante casi toda la jornada, dio un salto significativo al final del día. En apenas un minuto se apreció en dos centavos por los rumores de una intervención de los bancos centrales para frenar la caída que acumula la moneda única en las últimas semanas. Un euro llegó a pagarse a más de 1,25 dólares.
El crudo, por su parte, siguió perdiendo posiciones, aunque de forma más paulatina. El barril brent, la referencia del petróleo en Europa, cotizaba a poco más de 70 dólares el barril, tres dólares por debajo que el día anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 2010